martes, 17 de mayo de 2011

Un año sin Dio


Parece que fue ayer cuando nos dejó la leyenda más grande del mundo del metal. Ayer se cumplió un año desde que tuvimos que dar la triste noticia de la muerte de Ronnie James Dio. La información causó un trauma en el mundo del heavy metal, en el que era una figura casi paradigmática de lo que debía ser un cantante. Además, su fallecimiento se produjo cuando más esperanzas de recuperación había. Tras meses de lucha contra el cáncer de estómago, la victoria parecía cada vez más cerca, llegándose incluso a pensar en algunos conciertos para el verano con su última banda, Heaven and Hell.

Sin embargo, la realidad quiso ser otra. A sus 67 años, Ronnie James Dio nos dejó un legado musical en el que trabajó desde su adolescencia. Y es que fue una persona que nunca se involucró en polémicas y que, a base de constancia y buen hacer, consiguió llegar a la cima.

Su voz se caracterizaba por una solidez y una envergadura pocas veces escuchada. Desde la primera nota de su registro hasta la última exprimía al máximo su potencia, sonando a cada momento con un cuerpo y una redondez que muchos profesionales toman como ejemplo de técnica, a pesar de que él mismo afirmase que nunca tomó clases “el secreto está en respirar bien”, decía, algo que aprendió tocando la trompa de pequeño.

Con todos los grupos a los que perteneció dejó su particular huella tanto en seguidores como en cólegas de profesión, algo que se demostró en todos los homenajes que se celebraron en 2010 y los que quedan por venir.

Ahora lo mínimo que podemos hacer es escuchar a todo volumen sus canciones, disfrutando de cada una de sus notas!



Ferran

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